La resistencia del Barrio Brasil
Aunque según cifras del Portal Inmobiliario, luego del estallido social, los arriendos cayeron un 11% en la zona, sus vecinos dicen que la actividad no ha decaído tanto. Reconocen un deterioro en las condiciones del lugar, pero confían en su capacidad.
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Sus vecinos dicen que ahora se está calmando. Sobre todo, que están más organizados y unidos. Pero ronda el fantasma de una baja importante en sus propiedades.
La noticia publicada el 9 de enero en Diario Financiero, dando cuenta de una caída inusual en el precio de los arriendos de la zona, adjudicada al estallido, activó las alarmas. Pero sobre todo sorprendió a los habitantes de esta tradicional zona del centro de Santiago.
“Durante un tiempo hubo muchas movilizaciones, sobre todo cuando se decretó el toque de queda. Ahí hubo muchos cacerolazos, se hacían barricadas y se saquearon dos farmacias Cruz Verde y un supermercado Santa Isabel, además se cerró el metro Cumming que sigue sin funcionar”, explica Camila Guzmán, residente del sector.
Daniel McCleary, director del Portal Inmobiliario en Chile -sitio web donde se transan miles de propiedades a diario- explicó que luego del estallido social del 18 de octubre “notamos dos barrios más afectados, porque son símbolo de lo que pasó: Plaza Baquedano y Barrio Brasil cuya baja promedio en arriendo es de 14% en visitas, y en precios esos dos barrios también cayeron. En Plaza Italia, la reducción fue de más de 7% y en el Barrio Brasil sobre 11%”.
Un reporte de la empresa Arenas & Cayo indica que, para el período post crisis –que va de octubre de 2019 a enero de este año- el valor de los arriendos comienza una tendencia a la baja desde diciembre de 2019 y se proyecta hacia el año 2020. Post estallido social los departamentos en venta, de alrededor de 40 m² están a 61 UF/ m², mientras que el arriendo de un departamento de similares características alcanza las 0,28 UF/m². La variación de la rentabilidad para este periodo, llega a un -1,80%.
Sin embargo, los residentes del barrio siguen sin percibir lo que indican estas cifras.
Camila Guzmán, señala que no ha sabido de gente que quiera irse del barrio. “Yo me tengo que cambiar de departamento, pero quiero quedarme en el barrio, porque fuera de todo lo que ha pasado, este es un lugar céntrico y cómodo porque hay de todo”, argumenta. Mientras que Soledad Gómez, otra vecina del sector, añade que “desde el 18 de octubre, las dos primeras semanas más o menos, fueron las más complicadas”.
Punto de unión
Luego el ambiente se calmó, porque “se armó la asamblea del barrio y empezó a regular de alguna manera los cacerolazos y las barricadas fueron disminuyendo, después de dos o tres semanas ya no había ninguna”, relata Diego Betancourt, residente del lugar.
Camila Guzmán coincide con Betancourt. “Con el tiempo se ha calmado mucho la movilización dentro del barrio, ya casi no se hacen cacerolazos, solo en situaciones específicas, y a veces se hacen marchas inter barriales, pero no son tan seguidas”.
Los vecinos señalan que dada esta unión que se ha generado entre los habitantes del lugar y la serie de actividades que están realizando pudieron “recuperar” la plaza y hacer un mejor uso de ella. Creen que por lo mismo la presencia de Carabineros y Paz ciudadana bajó notoriamente. Pero esto ha dado paso al aumento del comercio ambulante en el sector, lo que es perjudicial para la serie de locatarios menores que hay en los alrededores de la Plaza Brasil.
Mirada municipal
En cuanto al notorio aumento del comercio ambulante en el sector, el alcalde Alessandri dice que, “después del estallido social hubo también un estallido de vendedores ambulantes ilegales, pero Carabineros se tuvo que abocar a labores de orden público urgentes, tanto con las manifestaciones que hubo en el Barrio Brasil como en Plaza Italia. Carabineros tiene la facultad para controlar a los vendedores ambulantes y decomisar mercadería, pero en este tiempo han estado enfocados en otra función más grave y más urgente”.
El edil señala que la delincuencia tampoco ha aumentado en el barrio, dice que no se han registrado más denuncias en la Tercera comisaría de Santiago. Si bien reconoce que la delincuencia es un problema del sector, están haciendo todos los esfuerzos para tomar medidas contra ella. Alessandri explica que lo que pasó en Plaza Italia no tiene comparación con lo que ocurrió en el Barrio Brasil, y que no quiere que este último se transforme en una “zona cero”.
"Como municipio estábamos muy presentes en el barrio, del estallido social han pasado tres meses y uno aún no se puede percibir ese tipo de cambios, todavía es muy prematuro sacar ese tipo de conclusiones", comentó el alcalde Felipe Alessandri, sorprendido con las cifras. Añadió que es muy difícil medir el impacto que ha tenido éste en la demanda inmobiliaria del Barrio Brasil y recalca la serie de mejoras que se han hecho, como la implementación de juegos infantiles y recambio de luminarias en la plaza.
Barrio patrimonial
El Barrio Brasil es conocido por el valor arquitectónico de sus inmuebles, tiene construcciones que datan del siglo XIX, donde se asentaban las familias de la aristocracia chilena. Hoy, dos siglos después en estas construcciones viven adultos mayores que heredaron las casas de sus padres, adultos y jóvenes que eligen el barrio por su buena conectividad y centralidad en Santiago. Es una de las zonas bellas de la ciudad, con rincones bien cuidados e intervención municipal que le ha dado más valor al sector.
"Este barrio tiene una connotación residencial, hoy día está compuesto de grupos en formación, de población migrante y adultos jóvenes que prefieren vivir en zonas centrales aprovechando los beneficios que entrega la cercanía a muchos servicios y la buena conexión. Adicionalmente, parece ser un barrio que tiene un desarrollo comercial importante, vinculado a áreas gastronómicas, lo cual lo hace atractivo, sobre todo para esos grupos", dice Nicolás Herrera, socio de Real State de BDO.